Está recubierto de una capa doble de pelo formado por un pelaje interno, más denso y corto, y otro externo, largo, lanoso y de color castaño oscuro, que le llega hasta la mitad de las patas y se muda poco antes de que comience el invierno. Los cuernos tienen sus bases, de aspecto aplastado, y se curvan sobre sí mismas en los extremos, de forma vagamente similar a los del búfalo cafre africano.